El Presidente Nayib Bukele ha sido clasificado como el mandatario con mejor aprobación global, con un 89%, según un informe de «World of Statistics». Este reconocimiento destaca su enfoque en la lucha contra las pandillas y el control territorial.
A nivel local, encuestas de CID Gallup y la Universidad Francisco Gavidia reflejan el fuerte respaldo a su gestión. En la región, sus políticas han sido replicadas en países como Honduras y Panamá, y funcionarios en Estados Unidos reconocen la «Bukeleización» como un modelo a seguir.
El Plan Control Territorial y el régimen de excepción han consolidado la popularidad de Bukele, logrando reducir los índices de violencia en El Salvador. Estos esfuerzos han sido elogiados no solo por ciudadanos salvadoreños, sino también por analistas y funcionarios internacionales, quienes consideran sus acciones como un punto de referencia para la seguridad en la región.