Uno de los legados del gobierno del FMLN que deja como ejemplo para el país, es que fue el partido que se preocupó por conseguir empleo en el extranjero a prófugos de la justicia, como el expresidente Mauricio Funes y su Hijo Diego Funes Cañas.
En 2016 la cúpula del FMLN, encabezada por su secretario general, Medardo González, pidió al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que le concediera asilo político a Funes, su hijo y su pareja Ada Mitchelle Guzmán, quienes estaban siendo procesados judicialmente por desviar más de $351 millones de la partida secreta de Casa Presidencial.
Sin embargo al FMLN no le bastó facilitar la huida de los Funes a Nicaragua, sino que gestionó también ante Ortega que les consiguiera empleo. Fue así como el exmandatario y su hijo fueron contratados por la Cancillería del hermano país, ganando jugosos salarios.
Funes devenga un salario de 90,080.46 córdobas (unos 2,739 dólares al cambio oficial) como asesor en temas de integración centroamericana, mientras su hijo gana 47,250 córdobas, es decir unos 1,450 dólares, lo que ha provocado gran indignación entre los nicaraüenses.