Las gasolineras de Reino Unido se han convertido en una “carnicería”. Miles de conductores británicos acuden apresurados a llenar sus depósitos ante el miedo de que se agoten los suministros de combustibles. Algunos de ellos se han llegado a dormir en sus coches durante la larga espera o han tratado de saltarse la cola siguiendo a los camiones cisterna hasta la entrada de la estación.
Ante este brutal crecimiento de la demanda, muchas gasolineras se han visto obligadas a cerrar. El director de Oil 4 Wales, Colin Owens, ha precisado que su estación en Maesteg, en el sur de Gales, solía vender entre 20.000 y 30.000 litros de combustible al día, mientras que, durante las últimas 24 horas, consumió 100.000 litros.
Asimismo, se han producido diversos altercados entre los nerviosos conductores que no se quieren quedar sin el combustible e incluso se teme que muchos profesionales sanitarios no puedan llegar a sus puestos de trabajo.
Danny Altmann, profesor del Imperial College de Londres, aseguró sentirse “en el salvaje oeste posterior al Brexit” por la dantesca escena que presenció en una estación de servicio. “El hombre detrás de mí estaba furioso y comenzó a golpear al guardia. Se convirtió en un cuerpo a cuerpo de 8-10 hombres en el suelo, dando puñetazos y patadas”, narró en su cuenta de Twitter.
Este caos se desató el pasado viernes, cuando se filtró un mensaje de British Petroleum (BP) sobre el suministro de combustible por falta de transportistas, un problema que afecta a toda Europa, pero que se ha visto agravada en el Reino Unido tras el Brexit. En este país, hay una escasez de más de 100.000 conductores. Muchos de ellos dejaron la profesión durante la pandemia, por jubilación, falta de trabajo u otras causas. Y, según estima El País, al menos 20.000 más eran camioneros de la Unión Europea que regresaron a sus países durante el confinamiento y han encontrado obstáculos para regresar debido a las nuevas políticas de inmigración aprobadas por el Gobierno de Boris Johnson.
Así, BP decidió cerrar “temporalmente” varias estaciones de servicio por la falta de suministros de gasolina y diésel. “Estos han sido causados por retrasos en la cadena de suministro, que se ha visto afectada por la escasez de conductores en toda la industria en el Reino Unido, y estamos trabajando arduamente para abordar este problema”, argumenta la empresa en un comunicado recogido por elEconomista.