El vicerrector de Proyección Social de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Omar Serrano criticó las recientes declaraciones del director Ejecutivo de El Diario de Hoy, Fabricio Altamirano, quien llamó a la Iglesia Católica a no inmiscuirse en política, sino dedicarse a las cosas de la fe.
El llamado de Altamirano se dio un día después de que el Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, junto a otros líderes religiosos y de la sociedad civil, marchara a la Asamblea Legislativa para pedir a los diputados que aprueben la Ley que prohíba la explotación de la minería metálica en el país.
Según el vicerrector de Proyección Social de la UCA, hay que recordarle a Fabricio que el arzobispo y la Iglesia en su conjunto, lo que hacen es ser fieles a la doctrina social de la Iglesia, que a la luz del Evangelio aborda las injusticias provocadas por las grandes desigualdades económicas y sociales que se comenten en nombre del progreso.
Serrano señala que entiende la posición del director ejecutivo de El Diario de Hoy, “porque él y su grupo prefieren una religión hecha a su medida, que no cuestione las injusticias, que se limite a hablar de cosas espirituales. En palabras de nuestro querido Rutilio Grande prefieren “un Cristo mudo y sin boca para pasearlo en andas por las calles. Un Cristo con bozal en la boca. Un Cristo fabricado a nuestro propio antojo y según nuestros mezquinos intereses”.
Se olvida que la iglesia está llamada a alzar su voz por los sin voz y a ponerse del lado de los que sufren, destaca.
“A él y a su grupo les conviene más una religión y unos pastores que no cuestionen las injusticias, que aplaudan las iniciativas mediáticas de caridad sin que se humanicen los precios, los salarios y las condiciones de vida de la mayoría de la gente”, añade el vicerrector de Proyección Social de la UCA.
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Para rematar su crítica, Serrano destacó que todavía está presente en la mente de la población la campaña de críticas hostiles en contra de Monseñor Romero, por parte de El Diario de Hoy, dirigido ahora por quien llama a la Iglesia Católica a no meterse en política.
También recordó que el 11 de febrero de 1980 el medio acusó a monseñor Romero de ser “un arzobispo demagogo y violento”. Poco después, el 23 de febrero, un mes antes del magnicidio, aconsejaba diciendo que “será conveniente que la Fuerza Armada empiece a aceitar sus fusiles”, agregó.
Finalmente hizo un llamado al director ejecutivo de El Diario de Hoy y a quienes lo apoyan a rectificar el camino, porque como lo ha expresado monseñor Escobar Alas, “la lucha contra la minería es por la vida del pueblo, incluso de aquellos que adaptan la fe a su vida, porque les es demasiado difícil adecuar sus vidas al Evangelio de Jesús”.
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