El personal sanitario de los diferentes hospitales del mundo confirman que la mayoría de personas que han contraído de forma grave el COVID-19, no habían recibido la vacuna contra la enfermedad.
«Muchos de los que ingresan contagiados están sin vacunar y piden una dosis, pero ya es muy tarde», «hubo muchas muertes en las salas COVID, fue emocionalmente agotador», afirma la enfermera jefe de un hospital de Inglaterra, Jim Reed.
La creciente cantidad de pacientes positivos del virus, afecta la atención a aquellos con otras enfermedades crónicas, debido a que las prioridades han cambiado y el personal está cada vez más agotado.
Muchas personas por temor y acceso a mala información no quieren recibir la vacuna anti-Coronavirus, es por ello, que la pandemia parece no dar tregua y mantenerse en números altos.
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