El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Javier Simán, al tomar su puesto, ordenó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional que declaran inconstitucional una ley que fue moldeada por ellos mismos.
A pesar que el anterior presidente de la ANEP, Luis Cardenal, estaba colaborando con el Gobierno del Presidente Bukele por el bien de la población, al tomar la posición Simán, ordenó también a los diputados corporativos que obstruyeran el camino jurídico de la Presidencia.
Actualmente, Simán se ha convertido en el líder de ARENA y en el principal detractor del Gobierno, demostrando en múltiples ocasiones que sus intereses económicos y políticos están por encima de los intereses de El Salvador.