Iván Duque, a sus 42 años, asumirá este martes la presidencia de Colombia, con un gran reto por delante, cómo es unir a la nación, mediante la implementación del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), suscrito en 2016.
Duque se describe como un centrista, que unirá a la nación en un momento en que muchos siguen profundamente divididos por el Acuerdo de Paz, que puso fin a más de cinco décadas de sangriento conflicto con las FARC.
Según sus detractores, esa es la principal, pero muy difícil misión del joven político, que es protegido por el poderoso ex dirigente Álvaro Uribe, quien votó por el NO en el referéndum que rechazó la primera versión de pacto con los rebeldes.
Otro de los desafíos de Duque, que relevará a Juan Manuel Santos es la producción de coca, que alcanza niveles récord, y que grupos armados ilegales luchan por territorios en los que el estado tiene escasa o nula presencia y una oleada de asesinatos de activistas sociales, lo cual explica que la paz es relativa.