Este lunes, se hizo público un informe que tras cinco años de investigación, reveló que el gobierno británico y el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas inglés) encubrieron el escándalo por sangre infectada, acusando a ambos de permitir a los pacientes contagiarse de VIH y Hepatitis.
Son más de 30,000 personas quienes fueron infectadas entre 1970 y 1991, debido a transfusiones contaminadas y hemoderivados, contabilizando un aproximado de 3,000 muertos desde entonces.
«Este desastre no fue un accidente. Las infecciones ocurrieron porque las autoridades -los médicos, los servicios de sangre y los sucesivos gobiernos- no pusieron la seguridad del paciente en primer lugar», expresó Sir Brian Langstaff, presidente de la investigación de Sangre Infectada.
Asimismo, Langstaff aseveró que la mejor forma de describir el encubrimiento, era «ocultar la verdad», señalando que el término incluye decir verdades a medias o no decirle a la gente lo que tenía derecho a saber, como los riesgos del tratamiento, qué alternativas estaban disponibles y el hecho de estar infectados.
Nota de referencia: NHS and government covered up infected blood scandal