La inflación anual de enero en Estados Unidos alcanzó su tasa más alta en cuatro décadas, golpeando a los consumidores, eliminando las ganancias salariales y reforzando la decisión de la Reserva Federal de comenzar a elevar el costo del crédito de forma generalizada.
El Departamento de Trabajo informó el jueves que los precios al consumidor subieron 7.5% el mes pasado en comparación con los últimos 12 meses, el aumento anual más pronunciado desde febrero de 1982.
Esto quiere decir que el incremento de precios durante la pandemia no cesó en el último mes de 2021. Además, se registró una tasa de aumento más rápida que el 6.8% de noviembre y más alta de lo que pronosticaron los economistas.
La inflación ha surgido como el mayor factor de riesgo para la economía y como una seria amenaza para el presidente Joe Biden y los demócratas del Congreso, ya que las elecciones de mitad de período se avecinan este año.