En Portugal, los incendios forestales han dejado alrededor de 104.000 hectáreas quemadas, siendo la mayor superficie afectada por este siniestro desde 2017, según indica un reciente balance del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF, por sus siglas en portugués).
«12% de incendios menos pero una superficie quemada 30% superior», detalla el ICNF sobre las cifras registradas hasta el 15 de agosto de 2022, con respecto a los niveles registrados en la última década.
De las áreas quemadas, un 51% corresponde a zonas forestales, un 39% a matorrales y un 10% a superficie agrícola.
Sumado a los incendios forestales que azotan a la nación portuguesa, se enfrenta a la preocupante sequía que ha alarmado a toda Europa.