La afluencia de personas en Miami Beach se volvió caótica en los últimos días, lo que llevó a las autoridades de la ciudad de Florida, imponer un toque de queda con el fin de evitar los contagios masivos de coronavirus.
Por lo que durante las próximas 72 horas, los visitantes deberán abandonar las calles y los restaurantes tendrán que cerrar sus puertas a las 8 pm locales en las principales zonas turísticas de South Beach, el epicentro de la fiesta de Miami Beach, anunciaron las autoridades.
También los tres puentes que conectan la isla con tierra firme -Miami- estarán cerrados al tráfico a partir de las 10 pm. Solo tendrán paso los residentes, los trabajadores y los huéspedes de los hoteles.
El condado de Miami-Dade, donde está Miami Beach, es el más afectado de Florida por la pandemia de COVID-19, con más 5.700 fallecimientos.