Más de 850,000 habitantes de varios barrios de la capital española, Madrid deben quedarse en casa para frenar la segunda ola de la pandemia. Los afectados son barrios y municipios del sur, la zona más pobre de la capital.
Según lo informaron, solo podrán salir de su barrio por razones de primera necesidad, como ir a trabajar, al médico o llevar a los niños al colegio. En cambio, podrán desplazarse libremente en el interior de su barrio, aunque las autoridades regionales recomiendan «que estén en casa el mayor tiempo posible».
De la misma manera, estará prohibida la entrada en estas zonas, salvo por esas razones de primera necesidad, los parques estarán cerrados, mientras que los bares y restaurantes deberán limitar su capacidad a 50%. No se trata de un confinamiento en el domicilio, como el de la pasada primavera.