En Inglaterra, los servicios ferroviarios se han visto paralizados a causa de una nueva huelga, la cual pretende lograr mejores condiciones de trabajo, salarios y pensiones para los miles de trabajadores que se han unido a la protesta.
Mick Lynch, el secretario general de RMT, la principal organización convocante, declaró que: «no nos han hecho ninguna oferta, así que no tenemos ningún acuerdo que presentar a nuestros miembros».
La red de trenes pretende aumentar un 4% el salario de los trabajadores, lo cual consideran inaceptable ya que estaría muy por debajo ante el aumento previsto para los trabajadores del sector público.
«Lo único que ofrecen son despidos, y eso es inaceptable», agregó Lynch.