Este 3 de julio se cumplen nueve años de la tragedia que conmovió a los salvadoreños, cuando un bus con 32 miembros de la Iglesia Elim fue arrastrado por la corriente, en medio de una fuerte tormenta que caía sobre San San Salvador. 31 de sus ocupantes murieron.
Luego de ser alcanzado por una «repunta», el bus fue lanzado al río justamente frente a los condominios de la colonia Málaga, solo un joven logró salir de la unidad y subirse al techo de la misma, desde donde logró saltar sobre una de las casas de la orilla del sector conocido como El Arenal de La Málaga.
Aquella tragedia, ocurrida la noche de un jueves, puso al descubierto la poca preparación de las instituciones del Estado para solventar este tipo de acontecimientos, así como el algo grado de vulnerabilidad del país, sobre todo por la falta de obras de mitigación en las orillas de las quebradas que cruzan la zona metropolitana de San Salvador y el resto del país.