El reordenamiento del gran San Salvador ha tenido un efecto casi inmediato en la reducción de los homicidios en el Centro Histórico de la capital; sin embargo, esto ha ocasionado que el nuevo foco de homicidios se traslade a los mercados, zonas con mayor afluencia de personas, zonas rojas y áreas que se encuentran en las cercanías de cervecerías y expendios de alcohol.
Según datos de la Policía Nacional Civil (PNC), en el circuito de la fuerza de tarea del Centro Histórico se contabilizaron 17 homicidios en enero de 2016, mientras que en ese mismo mes, pero de 2017, solo se ha registrado un homicidio.
De acuerdo al criminólogo Ricardo Sosa, en los principales mercados capitalinos está la gran actividad comercial, por lo tanto las mafias y pandillas están en una constante lucha por controlar el cobro de extorsiones y el comercio de productos. Por lo tanto, esta pugna ocasiona hechos violentos en represalia contra grupos delictivos rivales, así como contra la seguridad de los mercados y los comerciantes de la zona.
Situación en los mercados
Solo en 2016 se registraron 103 homicidios en San Salvador, 48 de ellos ocurrieron en los mercados. Sosa afirma que “la resistencia de las mafias y las pandillas al reordenamiento de la ciudad ha hecho que se replieguen en los mercados, incrementando el caos y el colapso del sistema de mercados municipales”.
Por lo tanto propone dos estrategias para atacar los nuevos focos de homicidios y así mantener la tendencia a la baja en la capital.
Sosa explica que, por un lado, se debe trabajar en la “readecuación del trabajo de las fuerzas de seguridad en el Centro Histórico”, pues la notable reducción de homicidios ocasionada por el reordenamiento y la iluminación en zonas que anteriormente era violentas, permitiría que el patrullaje de los agentes de seguridad se concentre en los mercados.
“Que este personal pueda ser redistribuido en el perímetro en la zona (de los mercados capitalinos) y otro personal pudiera ser readecuado en otras unidades de seguridad publica”, agrega.
La segunda propuesta de Sosa se basa en ejecución de “un trabajo de inteligencia y de estrategia en los mercados municipales para desmontar las estructuras de las pandillas y mafias”. De esta forma se estarían librando de las extorsiones y el control de los productos, que no dejan a los comerciantes desarrollarse económicamente.
Los trabajos de inteligencia y la intervención en los mercados constituirían un ataque frontal y directo a las organizaciones criminales que subsisten de estos lugares.
Otras zonas
Por otra parte, las zonas aledañas a las cantinas, prostíbulos y zonas con gran afluencia peatonal registraron los 55 homicidios restantes en 2016. “Todo esto, sin dudas, tiene un relación directa con la incidencia delincuencial con la violencia y con niveles de intolerancia”, sentencia Sosa.
El criminólogo sostiene que en estos lugares son visitados por una gran cantidad de personas que gastan sus salarios en el consumo de alcohol, drogas y prostitutas. Esto genera una serie de situaciones pasionales o de intolerancia que terminan en crímenes.
Asimismo, datos de la PNC confirman que en los días sábados y domingos ocurrieron un total de 134 homicidios en el municipio de San Salvador, de un total de 431.
“Hay que avanzar en el tema del reordenamiento de lo que falta de la ciudad para poder potenciar más y que en este año 2017 las estadísticas tiendan a la baja, entonces el mensaje es altamente claro”, concluyó el analista.