Mientras El Salvador se consolida como referente mundial en seguridad ciudadana, otros países de la región enfrentan preocupantes cifras de violencia. Costa Rica, con 700 homicidios registrados hasta el 22 de octubre de 2024, proyecta entre 1,000 y 1,200 asesinatos al cierre del año, lo que marcaría un récord en los últimos 14 años, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Guatemala ha reportado 2,093 homicidios de enero a septiembre de este año, superando en 80 el mismo periodo de 2023, según el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
Honduras también ha sido golpeado por la criminalidad, acumulando 9,088 homicidios en los últimos tres años. El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reporta 3,664 asesinatos en 2022 y 3,361 en 2023. Este año, la Policía Nacional de Honduras registra 2,063 homicidios hasta el 20 de octubre.
En Panamá, la criminalidad sigue en aumento, con 450 homicidios entre enero y septiembre, de los cuales 34 fueron mujeres, de acuerdo con medios locales.
En contraste, El Salvador es considerado la nación más segura del hemisferio occidental, un logro atribuido a las políticas de seguridad implementadas por el presidente Nayib Bukele, conocidas como el «Modelo Bukele».