Aduciendo motivos de seguridad por la situación de delincuencia que vive el país, los habitantes de la comunidad El Espino, en Antiguo Cuscatlán, se niegan a ser trasladados a un albergue temporal que ha dispuesto el Gobierno para que ya no continúen a la intemperie.
Aproximadamente 76 familias de escasos recursos económicos, que tenían más de 30 años de residir en terrenos privados de la Finca El Espino, propiedad de la familia Dueñas, fueron desalojados el miércoles pasado por orden del juez de Paz de Antiguo Cuscatlán, José Antonio Palma, atendiendo una resolución de desalojo emitida por la Corte Suprema de Justicia.
El Gobierno les ha acondicionado un albergue temporal en las instalaciones del complejo deportivo Vía Centroamericana, en Ayutuxtepeque, pero los desalojados expresaron temer por su seguridad personal, sobre todo la de sus hijos, debido a la delincuencia ejercida por los grupos de pandillas.
Las familias afectadas están resueltas a continuar en champas provisionales que han logrado hacer con plásticos negros y algunas láminas sobre el bulevar Cancillería, a la espera de que el Gobierno les brinde una solución digna y definitiva a su precariedad de vivienda.