A través de la Dirección de Centros Penales, el Gobierno está apostando por la autosostenibilidad de las cárceles, lo que permitirá a los privados de libertad cultivar y preparar sus alimentos, logrando un ahorro institucional en alimentación para este sector.
El proyecto ha sido ejecutado en el Centro Penal La Esperanza y luego sería replicado en los demás centros penitenciarios del país, lo que pondría a El Salvador como referente en la buenas prácticas penitenciarias a nivel latinoamericano.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele está enfocado en que los reclusos en centros penales sean personas productivas y puedan reinsertarse a la sociedad con una nueva forma de ver la vida.