El expresidente Mauricio Funes afirmó que las últimas declaraciones brindadas por un ejecutivo de una empresa hermana de la firma constructora Odebrecht son falsas y reiteró que «Por lo visto, no van a parar hasta verme tras las rejas».
Funes afirma que no existe ninguna prueba válida de que la empresa haya realizado una donación de 1.5 millones de dólares a su campaña presidencial de 2009.
Asimismo, tildó de «ridículas» estas acusaciones, pues sostiene que ninguna empresa va a donar esa cantidad de dinero a un campaña política por la trayectoria de su exesposa, Vanda Pignato, quien fue miembro fundador del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil.
«No cabe duda que estamos ante un esfuerzo deliberado por incriminarme a cómo de lugar, para procesarme e inhabilitarme políticamente. Para ese propósito cualquier declaración, por absurda que parezca, se vuelve útil y como es de esperar será usada mediáticamente por la extrema derecha en El Salvador», declaró el exmandatario este sábado en su cuenta de Facebook.
En este sentido, cuestionó sobre la existencia de la transferencia en del dinero y criticó sobre la validez del argumento de un testigo criteriado para que se presenten cargos en su contra.
El ejecutivo al que se refiere Funes es Alenxadrino de Alencar, exdirector de Braskem, el brazo petroquímico de Odebrecht, quien aseveró que Antonio Paolocci, exministro de finanzas de Brasil en la administración del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, actualmente encarcelado, “pidió dinero para la campaña presidencial de Mauricio Funes, porque su mujer era una de las fundadoras del Partido de los Trabajadores. Pidió cinco millones de reales y yo dije que todo bien pero que iba a descontar”, dijo Paolocci en referencia a un crédito que el PT tenía con Odebrecht negociado por el propio Palocci en 2008.
El desembolso de la constructora brasileña fue otorgado a Joao Santana, publicista que lideró la campaña electoral de Funes y, anteriormente, de Lula.
Recientemente el fiscal general de El Salvador, Douglas Meléndez, se puso en contacto con su homólogo brasileño para intercambiar información sobre la posible llegada de dinero de origen ilícito de Odebrecht.