Con tan solo una parte de los documentos expuestos por el medio digital El Faro, se ha puesto en evidencia como el actual prófugo de la justicia salvadoreña y expresidente de la República, Mauricio Funes, gastó a su conveniencia dinero de la denominada “partida secreta”, cumpliendo sus deseos con fondos públicos, en un país donde la mayoría de salvadoreños sobreviven con un sueldo mínimo.
A pesar de todos los documentos que respaldan el pago de $169,778 para cancelar préstamos personales que adquirió mientras era periodista, la compra de joyas por un monto de $66,900 y más de $34,000 en productos tecnológicos en centros comerciales de 29 ciudades alrededor del mundo, además de un vuelo con su familia en un jet privado, con un costo de $350,000, que jamás hubiese podido pagar con el sueldo que recibía como presidente, a menos que hubiera ahorrado durante 22 meses su salario neto mensual.
Funes, se ha dedicado a negar que se gastó todo el dinero de las arcas del Estado y ataca por medio de sus redes sociales, a todos aquellos ciudadanos que le exigen que regrese al país a enfrentar a la justicia y devolver todo lo que le robó a los salvadoreños que le dieron el voto de confianza en las elecciones del 2009.