En una entrevista en Radio Sonora, Ismael Guzmán, fundador de Funerales y Capillas Ismael Guzmán, compartió sobre su grata experiencia en estos 11 años de liderar el rubro funerario y como ha logrado ser pionero en los servicios de repatriación, en lo que para muchos es un momento difícil y lleno de trámites engorrosos: el retorno a territorio salvadoreño de un ser querido fallecido en el extranjero.
“Desde Sensuntepeque servimos a nivel nacional y ya llevamos 11 años en el mercado, un sueño hecho realidad en este rubro”, informó Guzmán, al recordar el origen de la empresa que actualmente es pionera en un servicio que toca el corazón y sentimientos de miles de familias salvadoreñas: la repatriación de cuerpos.
Guzmán destacó la complejidad y la delicadeza que implica este servicio. “Muchas veces es complicado o engorroso, pero hay muchas maneras en las que podemos ayudar a nuestros compatriotas que están fuera del país, especialmente en Estados Unidos”, aseveró.
Entre sus mayores logros está la alianza estratégica en el área de DMV (Washington D.C., Virginia y Maryland), que les ha permitido traer un cuerpo desde esa región en menos de ocho días. “Fuimos la primera funeraria del país en lograrlo. Ha sido posible gracias a acuerdos con diferentes aliados en Estados Unidos”, externó con orgullo.
También subrayó que el trato humano y personalizado es esencial. “Cuando la gente lo hace directamente con nosotros, tiene esa opción de poder traer en tiempo récord a ese ser querido. No es solo un servicio, es un acompañamiento”, comentó, apelando a la sensibilidad de quienes enfrentan el duelo lejos de casa.
Pero su visión no se limita a los traslados internacionales. Funerales y Capillas Ismael Guzmán se ha ganado reconocimiento en redes sociales por sus “homenajes de vida” todo incluido: “Les digo a las familias que hacemos una fiesta en tiempo récord, nos encargamos de la alimentación, floristería, música, mariachi, coro, solista, banda… todo lo que deseen para despedir como merece a ese ser amado”.
Con 11 años de servicio y un equipo que comprende la dimensión emocional de cada pérdida, la funeraria salvadoreña no solo se presenta como pionera en repatriaciones, sino como un aliado cercano, confiable y sensible que entiende que despedir a un ser querido es mucho más que un trámite: es un acto de amor que merece cuidado y respeto.