La Fundación Carlos Slim llegó a un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca para sumarse a la producción de la vacuna contra el COVID-19, sin beneficio económico de por medio y que será para atender a la región de América Latina.
«Este acuerdo proveerá inicialmente 150 millones de dosis en la región, excluyendo Brasil, que será cubierto por el acuerdo de AstraZeneca con el Gobierno Brasileño anunciado en junio pasado. Se espera iniciar los envíos en el primer semestre de 2021, en caso de que los ensayos clínicos resulten exitosos», detalló la Fundación en un comunicado.
Además, anunció que los procesos para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus comenzarán esta misma semana, sin esperar a que la fórmula de AstraZeneca y la Universidad de Oxford culmine su tercera fase, para poder adelantar los tiempos de distribución en caso de que sea aprobada.
Según explicó el portavoz, adelantar la producción es un «riesgo» que tiene el objetivo de tener la vacuna disponible lo antes posible, por lo que el acuerdo podría adelantar hasta en un año la distribución de las dosis en la región.
Ni AstraZeneca ni Slim tendrán ganancias en la producción, al señalar que la principal motivación del magnate para participar en el proyecto es «salvar vidas», seguida de la necesidad de preservar la salud e impulsar la reactivación económica.
Con el financiamiento de la Fundación Slim, según explicó Fernández, se conseguiría una vacuna «a precios más razonables», de entre 3 y 4 dólares.