Durante la noche del viernes, un fuerte tornado azotó el suroeste de Kentucky, dejando al menos 50 personas fallecidas, según confirmó el gobernador Andy Beshear.
El gobernador declaró estado de emergencia, e informó que desplegó de inmediato a la Guardia Nacional de Kentucky y a la Policía Estatal para ayudar a responder a la emergencia.
A su vez, informó que la comunidad de Mayfield había quedado devastada, en lo que calificó como «una de las más duras de la historia de Kentucky», luego que se derrumbara el techo de una fábrica de velas, en la que se encontraban más de cien personas.