El reducido grupo parlamentario del FMLN ha mostrado su oposición al combate de las pandillas a través de la fase IV del Plan Control Territorial y catalogó de «lamentable» la decisión del Gobierno.
Aunque el objetivo principal es combatir la criminalidad que tanto daño le ha hecho los salvadoreños, el FMLN sostiene que es un tema de derechos humanos, dejando en evidencia su apoyo a delincuentes.
Este minúsculo opositor se mantiene constante en sus ataques e intentos desestabilizadores en contra del Gobierno con el fin de hacerlo quedar mal ante la población, sin lograr su cometido.