Blanca Coto, extitular de SIGET durante el gobierno del FMLN, votó en diciembre de 2018 a favor de una deuda que a El Salvador le costaría $3.5 millones de dólares.
La exfuncionaria fue advertida por diferentes sectores que no diera su voto, pero ésta hizo caso omiso a las recomendaciones que tendrían un impacto negativo en la sociedad salvadoreña.
El Salvador tendría que pagar a las distribuidoras de energía en Guatemala, una deuda de $3.5 millones de dólares, lo cual impactaría directamente al bolsillo de los usuarios.
Manuel Aguilar, Superintendente de SIGET, afirmó que el Gobierno del Presidente Bukele está trabajando por reducir esta deuda que se heredó del FMLN por una decisión irracional.
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