El gobierno saliente del FMLN encabezado por Salvador Sánchez Cerén ha quedado como el más apático de la historia hacia los medios de comunicación, y cerca de cumplirse los respectivos cinco años de mandato, el presidente saliente no brindó ninguna entrevista a medio de comunicación alguno.
El FMLN se encargó de esconder a su presidente y con ello quedó en evidencia, la falta de representatividad de un verdadero líder, que no tuviera temor de dar la cara a la población.
Para muchos periodistas no fue un secreto que el mandatario, incluso huía a las improvisadas ruedas de prensa que se forman al final de un determinado evento oficial.
Incluso la ciudadanía, reprochaba el silencio del mandatario en las emergencias nacionales suscitadas, o cuando se incrementaba la ola de violencia a nivel nacional, a pesar que en su discurso de toma de posesión en 2014, aseguró que el mismo se pondría al frente para combatir la inseguridad.
Sánchez Cerén se retirará de la Presidencia de la República, como el mandatario peor evaluado de la historia de El Salvador.