El FMLN dejó en evidencia su doble moral al mostrar su apoyo al expresidente brasileño, Ignacio Lula Da Silva, tras ser declarado inocente de los casos de los que se le acusaban.
Lula expuso que prefirió la cárcel antes que el exilio para probar las mentiras que se fabricaron en su contra.
Al finalizar el mandato de Mauricio Funes, el FMLN le «recomendó» abandonar el país, buscando el exilio en Nicaragua, para no enfrentar a la justicia salvadoreña por casos de corrupción, entre los que destaca la obra de El Chaparral.
El FMLN apoyó a Funes para que evadiera el sistema de justicia por delitos cometidos durante su administración entre 2009 y 2014, lucrándose no sólo el expresidente, sino miembros del partido y familiares de ambos durante diez años.