El fiscal general de la República, Douglas Meléndez, afirmó este día en una conferencia de prensa que muchas de los testigos del caso de la camioneta de Casa Presidencial (CAPRES) temen por su vida si hablan sobre el tema.“Todas las personas que le han declarado a la Fiscalía manifiestan tener temor de que puedan perder su vida o que les puedan dar muerte. Hemos tenido problema en este caso, nos tardamos tanto, porque no hemos tenido mucha colaboración de las personas que estuvieron alrededor. Todas temen por su integridad”, declaró el jefe del ministerio público.
Meléndez enfatizó en que nadie está sobre la ley y que la investigación se llevará a cabo a profundidad para que eventos de este tipo no pasen impunes.
“En nuestro país, nadie está sobre la ley, ese es el tema. Creemos que podemos estar sobre la ley. A estas alturas debemos de cumplir la ley y actuar de forma civilizada. Esas actuaciones arbitrarias son actuaciones del pasado, que ya no deben ocurrir”, manifestó.
Sobre el móvil del caso, el fiscal declaró que se logró determinar que el conductor de la camioneta era Walton Esmeraldo García, que es procesado en libertad por homicidio culposo.
La otra persona implicada es el capitán Lisandro Moisés Chávez Vigil, jefe de personal del Batallón Presidencial, quien fue detenido y puesto a disposición de las autoridades por el delito de fraude procesal, al haber alterado la escena del accidente.
“El control de las escenas de un delito, de un homicidio, le corresponden a la Fiscalía General de la República y a la Policía. Habían dos personas de la Policía de tránsito custodiando dos escena, qué ocurre, llegan personas extrañas, según la información del Batallón Presidencial, irrumpen sobre el control que tenía la Policía en estas escenas, surge una discusión entre ellos, y ellos (miembros del Batallón Presidencial) actúan arbitrariamente, traban, enganchan el vehículo y aún en contra de los que disponían los policías de Tránsito, ellos disponen llevarse el vehículo”, explicó el fiscal general.
Asimismo, el titular del ministerio público confirmó el hecho que en el vehiculo se conducía Luis Sánchez, nieto del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, quien se dirigía a departir con amigos en una playa de La Libertad la madrugada del 30 de abril.