Según la Fiscalía General de la República (FGR) el presidente Salvador Sánchez Cerén, está vinculado al desvío de $14 millones, de los $351 millones que habría malversado su antecesor Mauricio Funes, asilado en Nicaragua y sobre quien pesa una orden de captura internacional, publicó la Revista FACTUM.
De acuerdo a la Revista, que cita como fuente a la FGR, Sánchez Cerén, en su calidad de vicepresidente en la administración de Funes, participó en por lo menos tres sesiones de trabajo en las que se planteó la transferencia de fondos de otras carteras de Estado hacia la Presidencia de la República, las cuales según la Fiscalía son ilegales.
Según la versión fiscal, citada por FACTUM, se creó una cuenta bancaria a nombre de Sánchez Cerén desde la cual se trasladaban fondos públicos a otra cuenta particular, de la cual colaboradores de Funes extrajeron dinero para lavarlo, de acuerdo a declaraciones de jefes de la Presidencia de la República y del Ministerio de Hacienda.
La cuenta en mención es la número 210240663 del Banco Hipotecario a nombre de “Salvador Sánchez Cerén/Vicepresidencia de la República”. De esta cuenta, nutrida con recursos públicos, salieron por lo menos 93 mil 115.24 dólares hacia una de las dos cuentas de Pablo Gómez llamada “Pablo Gómez / Gastos Operativos de la Presidencia”, que según la Fiscalía se usaba para lavar el dinero y que recibió 7.4 millones de dólares durante el gobierno de Funes.
La Ley de la Administración Financiera del Estado (Ley AFI), y las explicaciones de los jefes de la Presidencia y del Ministerio de Hacienda, no pueden existir cuentas a nombres de personas naturales, ni siquiera “mixtas”, es decir, con el nombre de la persona más el cargo.
Sánchez Cerén fue vicepresidente y ministro de Educación durante la administración Funes, pero sin embargo, el Ministerio Público, no ha hecho una acusación formal contra el actual presidente por su posible vinculación al caso Saqueo Público.