El pasado sábado por la noche, en el estadio Cuscatlán se vivió la peor tragedia del deporte nacional, luego que 12 personas perdieran la vida y cientos resultaran heridos mientras se disputaba un encuentro entre el Alianza y FAS, siendo la FESFUT uno de los principales culpables detrás del lamentable suceso.
Aficionados de ambos equipos de fútbol ingresaron al estadio para apoyar a los jugadores, pero los portones fueron cerrados a las 7 de la noche, cuando aún había decenas de personas intentando ingresar por el único portón habilitado, en sol general.
La multitud botó el portón, originándose una estampida que provocó una docena de fallecidos y un centenar de heridos. Testigos dijeron que la tragedia se debió «a la mala organización y a una posible sobreventa de boletos para el partido de cuartos de final».
La Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), es el ente encargado de garantizar que los encuentros se disputen correctamente, por lo que deben avalar los protocolos de seguridad correspondientes para el desarrollo de los encuentros deportivos, asegurando el bienestar tanto de jugadores y demás asistentes, a fin de evitar tragedias como la de esta noche.
Hacia finales del año pasado, la FESFUT se vio envuelta en un escandalo de corrupción, que fue denunciado fuertemente por jugadores y fanáticos, cansados de los actos de lucro de los directivos que ponían en detrimento el desarrollo del fútbol nacional.
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Actualmente, la FESFUT está dirigida por una comisión normalizadora, la cual no ha sido capaz de atender ante las necesidades del fútbol nacional, provocando una ineficiencia en la administración a la hora de organizar los partidos.
Por su parte, la Fiscalía General de la República en conjunto con la Policía Nacional Civil, investigarán a los equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, para que el lamentable hecho ocurrido en estadio no quede impune.
