Los ciudadanos de East Palestine, cerca del límite con Pensilvania y a 1 1.6 kilómetros de radio, fueron evacuados por las autoridades de Ohio, EE.UU., luego que un tren de mercancías se descarrilara y se incendiara el pasada viernes, provocando la explosión de químicos, potencialmente cancerígenos.
«Cinco de los cerca de 50 vagones cisterna descarrilados transportaban cloruro de vinilo, un químico muy tóxico y peligroso que se usa principalmente en Estados Unidos para la fabricación de plásticos como revestimientos de cables o materiales de embalaje», señaló The Washington Post.
«El cloruro de vinilo es un carcinógeno que se ha relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado. Además, el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU asegura que respirar este químico durante períodos prolongados puede provocar cáncer de pulmón o de sangre, entre otros. La quema de este químico, que libera cloruro de hidrógeno y fosgeno, puede ser letal. El fosgeno es un gas incoloro muy tóxico que se utilizó durante la Primera Guerra Mundial como arma», detalló La Razón, periódico español.
Ante la inestabilidad del los químicos, equipos especializados comenzaron el lunes la liberación controlada para prevenir más explosiones de las registradas durante el accidente.
A pesar del trabajo de los equipos, las primeras explosiones arrojaron los materiales tóxicos al aire, y no se descarta un daño ambiental severo que, algunos ambientalistas, comparan con Chernóbil.
Pese a la alta peligrosidad de los químicos, las autoridades de EE.UU. y medios de comunicación han dado prioridad al derribo de Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) en lugar de la catástrofe química.