Según el informe brindado por UNICEF, basado en informes oficiales, Eta ha afectado a más de 1.2 millones de niños, niñas y adolescentes en varios países de Centroamérica.
«En toda América Central, cada vez más niños y niñas están viendo cómo sus vidas se ven arrastradas por estas devastadoras inundaciones de los últimos días», dijo Bernt Aasen, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
La cifra podría aumentar a medida que las familias sean rescatadas de las zonas más dañadas por el fenómeno natural. Por su parte los equipos de UNICEF comenzaron a entregar suministros a las familias evacuadas, incluidos kits de higiene, tanques de agua, tabletas de desinfección, pruebas para el control de la calidad del agua y kits recreativos.
La semana pasada, Eta azotó Nicaragua como un huracán de categoría 4 y se debilitó a una depresión tropical antes de llegar a Honduras. En toda Centroamérica, los fuertes vientos y las fuertes lluvias dañaron parcial o gravemente infraestructuras crítica como hospitales, escuelas, puentes, carreteras y sistemas de agua.