#EspecialUH: Se cumplen 7 años de una de las peores masacres de las pandillas

Por Redacción UH

Exactamente hace 7 años, el 3 de marzo del 2016, miembros de la pandilla 18 asesinaron a ocho trabajadores de una empresa eléctrica y tres agricultores con machetes, escopetas y fusiles en el caserío La Flor del cantón Agua Escondida en San Juan Opico. 

Durante el conflicto entre distintas estructuras criminales, los pandilleros de la 18-R llegaron hasta Opico, bastión de la MS-13, en búsqueda de miembros de la mara contraria. Al no encontrarlos, los criminales asesinaron, de forma cruel, a ocho empleados de una compañía eléctrica y tres jornaleros que pasaban por allí. 

De acuerdo con fuentes oficiales, los pandilleros no preguntaron nada, simplemente los ataron de las manos y al primero le dispararon, luego desnucaron a machetazos a otro, después ametrallaron al resto y para terminar los remataron a machetazos, mientras uno de ellos grababa entre risas con su teléfono la escabechina.

Casi trece años desde masacre de pandillas en Mejicanos 

Hace casi 13 años, pandilleros del Barrio 18 asesinaron a 17 personas en el interior de una unidad de transporte pública o mientras intentaban escapar de las llamas por las ventanas. Dicha masacre fue un acto de venganza en contra de sus rivales, la Mara Salvatrucha (MS-13). 

El 19 de junio de 2010, un miembro del Barrio 18 conocido como «Crayola» fue asesinado en una balacera en Mejicanos. Sus compañeros escucharon que los responsables habían huido en un microbús de la ruta 47 hacia una de las colonias controladas por la MS-13.

Su venganza apuntó por lo tanto a ese mismo transporte y a esa misma ruta. Era la manera de dejar claro a sus rivales que el crimen no quedaría impune, aunque los pasajeros que acabarían siendo sus víctimas no tuvieran nada que ver.

Al día siguiente, hombres de la 18 dispararon contra un microbús que venía de aquella misma colonia gobernada por la MS-13. Murió una niña y el conductor.

El Salvador vive una nueva realidad en materia de seguridad 

Durante la nueva gestión del Gobierno, se implementó el Plan Control Territorial, que ha resultado ser una de las mejores estrategias de seguridad a nivel latinoamericano. Dicho operativo consta de siete fases, de las cuales cinco ya han sido lanzadas. 

La fase uno del plan, denominada Preparación, incluyó el control de los territorios y el componente represivo contra los criminales; la fase Dos, ejecutada desde el 2 de julio de 2019, llamada Oportunidades es orientada a generar mejores condiciones para los jóvenes y prevenir la violencia; la fase Tres, ejecutada desde el 30 de julio del 2019, es la de Modernización de las fuerzas de seguridad del Gobierno; y la fase Cuatro, es de Incursión está en vigor desde el 19 de julio del 2021 tiene la finalidad la de recuperar los territorios en las comunidades, donde operaban los pandilleros; y la fase Cinco, la Extracción de criminales.  

Las cinco fases del Plan Control Territorial son ejecutadas por las fuerzas de seguridad del Gobierno en el marco del respeto a los derechos humanos, la investigación e inteligencia de los casos.

Con la estrategia de seguridad del Gobierno se ha capturado a más de 61,500 pandilleros, entre estos 900 cabecillas y ha recuperado más de 4,500 viviendas que estuvieron usurpadas por pandilleros en diversas localidades del territorio nacional, entre estas Soyapango, Ilopango y Apopa, entre otras.