El expresidente de El Salvador por el FMLN, Salvador Sánchez Cerén, junto a otros 17 funcionarios de su gobierno, se habrían apropiado ilegalmente de más de $183 millones, en una operación que simula a las grandes cantidades de dólares que el exmandatario Mauricio Funes -también del FMLN-, usurpó del Estado.
En la acusación presentada por la Fiscalía General de la República (FGR) incluye al exmandatario, Manuel Melgar; el exjefe del Estado Mayor Presidencial, Antonio Revelo Vega; el exjefe del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE), Carlos Ernesto Guerrero, y la extesorera institucional de la Presidencia, Daysi Armida Díaz Álvarez.
Asimismo, la FGR detalla que cuentan con pruebas suficientes para demostrar el lavado de 183,8 millones de dólares del presupuesto de gastos reservados de la presidencia durante el gobierno de Sánchez Cerén.
Los otros tres exfuncionarios que continuarán en arresto domiciliar y que enfrentaron audiencia fueron: Francisco Rodríguez Arteafa, exgerente financiero de la Presidencia; Pablo Gómez, exasistente financiero, y Jorge Alberto Herrera Castellanos, extesorero institucional de la presidencia. Son participes de los casos penales conocidos como “Destape a la Corrupción” y «Saqueo Público».
El principal acusado es el expresidente Salvador Sánchez Cerén, pero el juzgado ha decidido que su situación jurídica y de otros 10 acusados se resolverá mediante vista del requerimiento.
De esta forma, las cifras que el expresidente Sánchez Cerén desvió del Estado se vuelven cada vez mayores, aún lejanas a las que en su momento fueron lavadas por Mauricio Funes, pero aún siendo preocupantes.
El caso Funes es el mayor desfalco al Estado que se conoce hasta el momento, el actual prófugo de la justicia se encuentra asilado en Nicaragua, protegido por la dictadura de Daniel Ortega.