El mundo se encuentra sufriendo una de las peores crisis económicas en las últimas décadas, a causa de múltiples factores, como la pandemia del COVID-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, la falta de suministros y el aumento de precio de la energía y el combustible.
A pesar de eso, las familias salvadoreñas se mantienen como las menos afectadas por la recesión mundial, gracias a las medidas antiinflacionarias implementadas por el actual Gobierno, lo que permitió congelar el precio de los productos de la canasta básica, del gas licuado propano y de la gasolina.
De esta manera, El Salvador se ha posicionado como uno de los países con menor inflación en América Latina -la menor en Centroamérica-, siendo este un apoyo para el bolsillo de la población.
Si bien el aumento de precio de algunos productos puede llegar a aumentar inevitablemente, en El Salvador se ha logrado que sea casi imperceptible, pues también se eliminaron temporalmente los aranceles de 20 productos.
Para agosto de 2022, las familias salvadoreñas que son beneficiadas con el subsidio focalizado y el subsidio general al gas licuado de petróleo (GLP), continuaron pagando $7.46 por el cilindro de 35 libras, $3.09 por el de 25, $0.94 por el de 20 y $0.00 por el tambo de 10 libras.
Asimismo, El Salvador se mantiene como el país con el precio más bajo de gasolina en toda Centroamérica, ahorrándose decenas de dólares mensualmente gracias a las estrategias económicas.