#EspecialUH | La masacre del microbús en Mejicanos, el crimen que estremeció a El Salvador hace 15 años

Por Redacción UH

Este 20 de junio de 2025 se cumplen 15 años de uno de los episodios más atroces en la historia reciente de El Salvador: la masacre del microbús en Mejicanos, cometida por pandilleros del Barrio 18.

El 20 de junio de 2010, pandilleros interceptaron un microbús de la ruta 47 con decenas de pasajeros a bordo. Tras rociarlo con gasolina, le prendieron fuego mientras los ocupantes intentaban escapar. Muchos fueron asesinados a tiros al intentar huir, otros murieron carbonizados dentro del vehículo.

El ataque dejó un saldo devastador: 17 personas fallecidas —entre ellas niños y adolescentes— y al menos 15 heridas de gravedad.

Una persona donó los ataúdes para los cadáveres de las víctimas del microbús quemado por pandilleros.

El origen de la tragedia se remonta al 19 de junio de 2010, cuando un miembro del Barrio 18, alias «Crayola», fue asesinado en una balacera en Mejicanos. Sus compañeros creyeron que los responsables se habían refugiado en una colonia controlada por la MS-13 y viajaban en un microbús de la ruta 47. En represalia, los pandilleros realizaron dos ataques consecutivos: primero, dispararon contra otro microbús, matando a una niña y al conductor; luego ejecutaron el incendio del vehículo que marcaría para siempre la memoria del país.

Los testimonios y reportes revelan la brutalidad del acto: mientras el fuego consumía el microbús, los pasajeros —incluidos niños y bebés— intentaban escapar por las ventanas, solo para ser atacados por los delincuentes que aguardaban afuera.

Entre las víctimas de la masacre del microbús hubo niños y adolescentes.
Hazel Melany Gómez, de 18 meses, y su padre Elías Antonio Gómez, fueron dos de las víctimas asesinados por los pandilleros en el microbús quemado en Mejicanos.

La tragedia ocurrió durante el gobierno del expresidente Mauricio Funes (FMLN), quien prometió una compensación de $2,000 para cada familia afectada, la cual nunca fue entregada. Años más tarde, Funes fue señalado por haber negociado una tregua con las mismas pandillas responsables de esta y muchas otras masacres que marcaron a la sociedad salvadoreña.