El FMLN continúa recibiendo fuertes golpes que empeoran su crisis política, la misma que está provocando el final del partido que en sus inicios fue de izquierda y «revolucionario», que en sus últimos intentos por sobrevivir, aceptó el dinero de Estados Unidos, luego de años en los que criticó al «imperialismo».
El FMLN mantuvo una histórica «lucha» contra el «imperio yankee» y la derecha en general, sin embargo, ahora se le ve junto en las calles junto a ARENA, su enemigo político de antaño, y aceptando el dinero enviado por Estados Unidos para tratar de desestabilizar el actual Gobierno.
Los líderes del FMLN mantienen una lucha interna, entre quienes denuncian las negociaciones con el imperialismo, y quienes aceptan ser financiados, mientras el resto se encuentra huyendo de la justicia o en prisión por haber cometido delitos relacionados a la corrupción durante el tiempo en el que gobernaron el país.
Las figuras más importantes de la izquierda salvadoreña son los principales culpables de la caída del FMLN, los dos presidentes que llegaron al gobierno bajo la bandera «revolucionaria» se encuentran huyendo de la justicia en Nicaragua, abandonando su nacionalidad para evitar pagar sus deudas con el país.
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El expresidente de la Asamblea Legislativa con el FMLN, Sigfrido Reyes, también se encuentra en la lista de sus líderes históricos prófugos de la justicia, escondido en México, se mantiene como firme opositor de la actual Administración.
Por otra parte, otros nombres históricos del FMLN ya se encuentran en prisión, entre ellos figuran: La exministra de Salud, Violeta Menjívar; la exviceministra de Ciencia y Tecnología, Erlinda Hándal; el exministro de seguridad y exdirector de la PNC, Mauricio Ramírez Landaverde; el exviceministro de Agricultura, Hugo Flores; el exdiputado Calixto Mejía; y el exministro de Hacienda, Carlos Cáceres.
Nota de referencia: Exfuncionarios del FMLN acusados de corrupción se mantendrán en prisión durante su proceso
Por otra parte, el expresidente del FMLN, Mauricio Funes, acusado de haber desviado millones de dólares del Estado, se mantiene como uno de los principales opositores del actual Gobierno, atacando desde Nicaragua, donde recibe apoyo económico de parte de la dictadura de Daniel Ortega.