Gracias a los proyectos de generación eléctrica impulsados por la gestión del Presidente Nayib Bukele y el sector privado, El Salvador se mantiene como un socio confiable para la exportación de energía.
Según el más reciente informe de Comercio Exterior, publicado por el Banco Central de Reserva (BCR), las exportaciones de energía de El Salvador sumaron $61.5 millones, registrando un incremento del 89.9 % en los primeros 10 meses del año. El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, indicó que este es uno de los sectores que más ha dinamizado la economía salvadoreña.
La Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas (DGEHM), por su parte, detalló que, de julio a octubre de 2023, las exportaciones de energía de El Salvador sumaron 539,444.14 megavatios hora (MWh), los cuales se destinan a países de Centroamérica. Guatemala, Costa Rica, Honduras y Nicaragua son los principales compradores.
Cabe destacar que la comercialización de energía a los países vecinos se efectúa luego de cubrir la demanda de los hogares salvadoreños y los sectores productivos del país.
Matriz energética de El Salvador: compromiso con las fuentes renovables
Según la DGEHM, solo en octubre de este año, la generación hidroeléctrica representó el 46.4 % de la matriz energética; seguida por el gas natural con un 25.4 %, luego geotérmica con un 18.6 % y la solar con un 7.2 %.
Con los nuevos proyectos del Gobierno junto a los de la empresa privada, El Salvador busca llegar a un 100 % de la generación de energía con fuentes renovables.
DGEHM.
Central Hidroeléctrica 3 de febrero
El pasado 19 de octubre del presente año, el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, ubicada en San Miguel. Este proyecto contribuyó a la generación de energía y amortiguar los costos de los precios para los salvadoreños. En total, los costos sobre la energía eléctrica se redujeron hasta un 14 %, como resultado del inicio de funciones de la central.
Este proyecto anteriormente conocido como Presa El Chaparral comenzó en 2008 bajo el gobierno del expresidente por ARENA, Antonio Saca. Esta obra tenía como valor inicial $200 millones de dólares y se entregaría en un plazo de cuatro años. Luego sucedieron los gobiernos del FMLN y su inversión aumentó a $400 millones. Sin embargo el proyecto nunca se concretó.
El actual Gobierno logró finalizar el proyecto hidroeléctrico en tan solo cuatro años, dando como resultado un factor generador de energía que contribuirá a la disminución de los precios de la electricidad y que fomentará el turismo al oriente del país.
