Con la llegada del Presidente, Nayib Bukele, al Gobierno en 2019, se marca un antes y un después en la historia de El Salvador, que pasó de ser un estado fallido a uno históricamente funcional, recuperando el cumplimiento de la ley y la justicia.
Es un tema a discusión, pero sin lugar a dudas, hay 5 claves que engloban el éxito de un Estado que ahora sí funciona en favor de los salvadoreños honrados, pasando de la injusticia y la inseguridad a una paz y tranquilidad sin precedentes.
1.Confianza ciudadana en la PNC y Fuerza Armada
En los gobiernos anteriores, los salvadoreños no tenían confianza en una Policía Nacional Civil (PNC) injusta ni en una Fuerza Armada (FAES) corrupta, miles de ciudadanos vivían bajo la sombra de los homicidios y la extorsión, pero callaban por su desconfianza en las autoridades.
En un reciente estudio del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA, los salvadoreños calificaron con 8.1 el trabajo de la FAES y 7.9 la labor de la PNC; en el pasado estas instituciones siempre fueron aplazadas por la población.
Los tiempos cambian y ahora los patrullajes ya no son solo en colonias sino en redes sociales, la gente denuncia, en tiempo récord, las autoridades investigan y capturan a los criminales que tratan de amedrentar a la población, pero fallan en el intento.
En este trabajo en conjunto, la denuncia ciudadana ha sido clave para combatir delitos como la extorsión, amenazas, acoso, entre otros, el país está casi libre de todo tipo de violencia, por ello ha pasado de ser la nación más peligrosa a la más segura del hemisferio occidental.
2. Régimen de Excepción permite actuar de forma rápida y oportuna
Sumado a la denuncia ciudadana, los agentes policiales y militares, ahora pueden actuar de forma rápida y oportuna, antes se castigaban a las autoridades por «maltratar» a los delincuentes, por lo que estaban atadas de manos y pies, mientras la nación se hundía en la impunidad.
Con el Régimen de Excepción, que ya lleva un poco más de dos años en ejecución, las autoridades responden a la brevedad de las denuncias, evitando que los pandilleros y criminales huyan del país, y de esa forma enfrenten todo el peso de la ley, con condenas de cárcel más duras.
Hasta mayo de este año, las autoridades informaron que ya se habían capturado a más de 80,000 pandilleros, desde la ejecución del Régimen de Excepción y que ha sido prorrogado por la Asamblea Legislativa mes a mes, a iniciativa del Gobierno.
3. Sistema Judicial depurado
Con el inicio del Gobierno de Nayib Bukele, una de las primeras acciones tomadas fue la depuración de un sistema judicial corrupto que dejaba libres a pandilleros y delincuentes comunes, pese a las pruebas de culpabilidad, al salir de su mini estadía en la cárcel asesinaban a su denunciante.
Pero el Gobierno cambió ese sistema injusto, garantizó que los nuevos jueces impusieran condenas justas a los delincuentes, evitando que éstos salieran a las calles nuevamente a delinquir. Este era un círculo vicioso que nunca acababa con el accionar de los grupos criminales.
4. Sistema penitenciario funcional
La construcción de cárceles verdaderas y renovación de las existentes, que de verdad han eliminado todo tipo de comunicación de los detenidos con el mundo exterior, lo que antes fue santuario de pandillas, ahora son recintos fríos y seguros.
El modus operandi en el sistema anterior era que los reos fácilmente ordenaban asesinatos desde el interior de los penales, así como extorsionaban, tenían teléfonos y antenas funcionales para la comunicación en el exterior.
Ahora la señal telefónica ha sido bloqueada, los privilegios se acabaron y ahora sí, ya no tienen redes sociales activas, ya no hay licor ni drogas, ni fiestas con mujeres desnudas, ya no hay pacto.
5. Presidente Nayib Bukele, un líder con una visión clara contra la delincuencia
Sin un líder con una visión clara es imposible lograr un Estado funcional, contrario a sus antecesores, el Presidente, Nayib Bukele, siempre ha tenido el objetivo claro: Luchar contra la violencia, arrancando el flagelo de raíz.
Con la llegada del Mandatario al Gobierno, se inició el exitoso Plan Control Territorial que inició con la captura y desarticulación de las temidas maras, aquellas, que se había apoderado de todo El Salvador, que mataban, extorsionaban, robaban y violaban.
Ahora, El Salvador es un país completamente nuevo, los salvadoreños salen a las calles a cualquier hora del día sin temor a ser asesinados, disfrutan de los parques renovados, de una biblioteca de primer mundo, de cine comunitario y de jugar fútbol libremente.
Los salvadoreños han recuperado las casas que fueron usurpadas por los pandilleros y sus familiares, el transporte público es seguro, las autoridades son justas y el Gobierno es efectivo contra la criminalidad.