La urea, producto químico del que poco se oye hablar, está en la lista de productos que escasean en el mundo y puede tener importantes repercusiones en la cadena de suministros.
La urea se encuentra en la orina, es producida naturalmente por el hígado, pero también se produce a nivel industrial para distintos usos, principalmente como fertilizante.
El aumento de los precios del carbón térmico en China provocó un racionamiento del uso de electricidad en algunas provincias y obligó a las fábricas de fertilizantes a reducir la producción, que a su vez también limitó la exportación a otros países, como una medida para enfriar los precios y garantizar el suministro doméstico.
India importa alrededor del 30% de alrededor de 35 millones de toneladas de consumo anual de urea y ahora sus agricultores temen que su modo de vida esté en riesgo.
En última instancia, esto tendrá un «impacto en los precios de los alimentos», alertó el Banco Mundial.
La urea también es clave para producir el fluido de escape diésel, una solución que se utiliza para reducir las emisiones en los automóviles que usan ese combustible, y su uso es obligatorio en Corea del Sur y Australia, quienes han sido afectados en sus cadenas de suministros.
Warren Clark, director de la Asociación Nacional de Transporte por Carretera australiana, expresó que: «sin infringir la ley, potencialmente nos quedaremos sin el químico alrededor de febrero del próximo año, pero creemos que podría ser antes». Australia importa de China el 80% de la urea que necesita.
Los camioneros de Corea del Sur ya están sufriendo la escasez de urea y Seúl pidió esta semana a Rusia su cooperación para garantizar el suministro.