El primer ministro británico, Boris Johnson, admitió hoy a regañadientes que los problemas de desabastecimiento que sufre el Reino Unido podrían llegar hasta las festividades de Navidad, pero reiteró que no recurrirá a la «inmigración descontrolada» para solucionarlos.
En una entrevista con la BBC, Johnson se mostró a la defensiva ante las preguntas de uno de los más inquisitivos entrevistadores de la cadena pública, Andrew Marr, y trató de salir indemne en el día en que el Partido Conservador inaugura su congreso anual en Manchester (norte de Inglaterra).
Preguntado sobre unas declaraciones del ministro de Economía, Rishi Sunak, en las que este no descartaba que la crisis de suministro alcance a las Navidades, el primer ministro respondió: «Rishi siempre tiene razón en lo que dice».