Esta semana, el diputado Ernesto Muyshondt demostró que en ARENA se puede dar el primer paso cuando hay voluntad personal y visión política para lograr un acuerdo de impacto y beneficio nacional. La foto, donde estrecha la mano del presidente Salvador Sánchez Cerén en el anuncio del Pacto Nacional para la Reactivación del Café, significa un respiro para el sector cafetalero, uno de los sectores más olvidados por este gobierno. Pero, sobre todo, significa que se puede dejar de lado la polarización entre las dos principales fuerzas de oposición y llegar a verdaderos acuerdos de nación.
El diputado Muyshondt, uno de los más férreos críticos del gobierno, entendió que el verdadero primer paso no es levantarse de la mesas de diálogo para lograr algo. Demostró que aún es posible que haya vías negociadas, por mucho que cueste llegar a encontrar un camino en común. Su discurso ese día, no dejó de ser crítico, pero jamás tuvo la intención de destruir puentes, sino al contrario, de dejarlo abierto para futuros diálogos.
El Pacto del Café, que fue acompañado por el diputado Muyshondt, no es para beneficio de un sector que se ha visto golpeado desde hace años. Reactivar el café significa darle una nueva oportunidad a la maltrecha economía nacional, generar nuevas fuentes de ingresos para miles de familias en municipios de extrema pobreza, beneficiar al medio ambiente, detener la inmigración y relanzar la imagen del país en un producto en el que alguno vez fuimos ejemplo mundial.
Su ejemplo este día cobra aún mayor relevancia, cuando es imperativo y de urgencia que tanto el FMLN junto con ARENA y las demás fuerzas políticas del país lleguen a un acuerdo para sacar del impago al gobierno y honrar la deuda con decenas de miles de trabajadores salvadoreños. El impago de las pensiones no tiene otro calificativo más que el de tragedia y emergencia nacional.
Este día, el gobierno del FMLN debe de proponer soluciones más inteligentes que la de endeudarse más y de subir impuestos. Y ARENA debe de entender que entorpecer al FMLN en este tema es la peor de las soluciones. El ejemplo de Ernesto Muyshondt les puede dar luces para dar ese primer paso, en este tema y en muchos más de la agenda nacional.