La principal causa del suicidio en las personas es la desesperación. Y parece ser que también será el motivo por el cual la dirigencia del FMLN está dispuesta a ponerse la soga al cuello: La desesperación de perder el poder que ostentan desde hace 40 años, primero como comandantes, ahora como comandancia política.
El momento al interior del partido de izquierdas es complicado. Apenas el 17% de los salvadoreños se siente identificado con ese partido político, sus números más bajos en una década. El gobierno de Salvador Sánchez Cerén es el peor aprobado en los últimos 20 años y el mismo presidente es actualmente el político peor evaluado. Tanto es así que sus únicas apariciones que generan aplausos son en los numerosos “memes» que circulan en las redes sociales.
Con un 60% de salvadoreños, según la encuesta Mitofsky, que cree que el país va por mal rumbo, es bien probable que ARENA recupere el terreno político tanto en la Asamblea como en las alcaldías, y el FMLN tenga una severa derrota moral en el 2018.
Lo único que parecía salvarlo y darle esperanza era el joven alcalde de San Salvador, Nayib Bukele. En San Salvador, la única duda que quedaba frente a Ernesto Muyshondt era por cuántos puntos iba ser la victoria de Bukele, si por 20, 30, 40, 50 o 60 puntos. Así de aplastante es la figura de Bukele, por mucho, el político más popular de todo El Salvador y toda una estrella en redes sociales.
Para los salvadoreños, Muyshondt era sólo un “sparring», un calentamiento antes del verdadero partido de Bukele: las elecciones presidenciales en el 2019 contra el joven millonario Carlos Calleja. La carta ganadora de ARENA. Y es ahí adonde es mas evidente la desesperación del FMLN. Nos atrevemos a decir que los militantes del partido de izquierda recordarán por siempre los nombres de Lorena Peña, Medardo González, Norma Guevara, Jackeline Rivera, Dagoberto Sosa y Nery Bonilla, porque ellos serán los responsables de que, con casi total seguridad, el FMLN no sólo pierda la Alcaldía de San Salvador sino la presidencia en el 2019, si expulsan a Nayib Bukele.
El FMLN no entiende que es imposible ganar si ponen un “comandante” de candidato o a cualquier personaje politizado que huela a tiempos de guerra. El Salvador está lleno de jóvenes ahora, y ellos están hartos del pasado y ansiosos del futuro. Por eso es que las figuras presidenciables que más suenan son Calleja y Bukele. El FMLN no entiende que perder San Salvador será un duro golpe a la moral de sus bases. El FMLN tampoco entiende que ya casi no tienen bases, que es Bukele el que atrae a muchos votantes que no están amarrados a ideologías y a indecisos. El FMLN también no entienden que Lorena Peña, Norma Guevara, Sánchez Cerén, Medardo González y muchos otros son políticos con una pésima imagen y que Bukele es – o era – su única carta potable
No sólo son las derrotas electorales las que amenazan al FMLN. Si gana ARENA en el 2019, con casi total seguridad removerán cielo y tierra para sacar a flote los negocios obscuros de muchos miembros de la dirigencia del FMLN. Comenzando un larguísimo calvario para el partido de izquierda, así como un par de espacios en el sector 9 y muchas solicitudes de asilo en Nicaragua.
P.D. Decía Ernesto Muyshondt, perdón, el próximo señor alcalde, que más valía 5 onzas de lealtad que una libra de inteligencia. Se lo decía a las bases de ARENA, pero pareció que lo escuchó la dirigencia del FMLN.