Tras la llegada del primer gobierno del FMLN, en junio de 2009, una de las primeras acciones fue redirigir la política energética para incidir en la diversificación de la matriz del sector, mediante una mayor generación con fuentes renovables, a fin de reducir progresivamente el precio de la energía.
Esta tarea fue encomendada al Consejo Nacional de Energía (CNE), que preparó las condiciones jurídicas y técnicas para lograr poco a poco dicho objetivo, de la mano de entidades gubernamentales y de empresas privadas involucradas del sector.
En tal sentido, la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), sobre todo la administración de su actual presidente, David López Villafuerte, se ha propuesto aumentar paulatinamente la generación de energías limpias para que la matriz energética dependa menos de generación a base de combustibles fósiles.
Lo primero que hizo el presidente de la CEL fue resolver los problemas que le dejaron las administraciones anteriores, es decir de los proyectos estancados por litigios internacionales.
Una vez solucionado esto, se volvió al camino para retomar y finalizar las megaobras que hasta mediados de 2014 estaban paralizadas o solo planificadas. El propósito: incidir en una mayor generación con fuentes renovables.
Fue así que se aceleró la ampliación de la Central Hidroeléctrica 5 de Noviembre y se reinició el diseño y luego se continuó con la construcción de la Presa El Chaparral.
En el caso de la 5 de Noviembre, “esta se tomó con un atraso de ejecución de obra de un 38 %, pero se le metió mano técnica y una nueva supervisión y se logró sacar antes del tiempo previsto, evitando que el proyecto entrara a otro litigio”, expresó López Villafuerte.
Mientras que con la hidroeléctrica El Chaparral, se inició un rediseño virtual, para que al solucionarse el problema judicial en que se encontraba, se iniciara de inmediato con la contratación de obra, a fin de recuperar parte del tiempo perdido por administraciones anteriores, finalizó el presidente de la CEL.
