El Salvador ha sido considerado como el país más violento del del mundo y a la capital, San Salvador, como la ciudad más violenta.
Esto corresponde a la escalada de asesinatos que experimentó el país durante los últimos dos años, en los cuales se han sobrepasado los récord de asesinatos anuales.
Solo en 2016, se registraron 91 muertes violentas por cada 100,000 habitantes a nivel nacional, una pequeña reducción a comparación de lo registrado en 2015, cuando se tuvo 103 asesinados por cada 100,000 habitantes.
Según The Economist, los informes policiales reflejan que estas reducciones se deben a los planes de seguridad que el Gobierno ha implementado a nivel nacional.
En el artículo «The world’s most dangerous cities» (en español, «Las ciudades más peligrosas del mundo»), incluye a Santa Ana, Soyapango y San Salvador entre las 50 más violentas a nivel mundial en el ranking del medio internacional que analiza la violencia en los países en el año 2016, The Economist.
Santa Ana es catalogada como la menos violenta de las tres mencionadas, se encuentra en el rango de 40-60 asesinatos por cada 100,000 habitantes, equiparándose a ciudades como Tijuana, en México, Detroit, Baltimore, New Orlenas, en Estados Unidos.
Por su parte, Soyapango está en el rango de 80-100, cercano al promedio nacional. En este rango solo se encuentran ciudades de México y Hondura, dos de los países más violentos a nivel mundial al igual que El Salvador.
Por último, San Salvador se encuentra en el rango de 120-140, un número que no se encuentra en otra ciudad a nivel mundial.
Sin embargo, ha tenido una reducción significativa en estos dos años, pasando de 190 en 2015 a 137 asesinados por cada 100,000 habitantes en 2016, reduciéndose en 53 el número a nivel municipal.