A más de siete meses de la pandemia por coronavirus, El Salvador es de los países de la región que tiene las mejores cifras sanitarias, y proyección de crecimiento económico, gracias a las políticas acertadas que ha emprendido el Presidente Nayib Bukele.
Los efectos de la pandemia se han mantenido controlados, gracias a las acciones oportunas, como el establecimiento de cercos sanitarios en municipios donde ha habido repunte de casos, pese a la oposición de alcaldes que quieren privilegiar la libertad de circulación por encima de la vida y la salud de los salvadoreños.
Ahora el país está más preparado para afrontar un rebrote de COVID-19, pues el Gobierno, en un trabajo articulado entre varias instituciones, ha logrado revitalizar la red hospitalaria pública, que por años estuvo abandonada.
La política sanitaria de atención a la pandemia ha sido avalada, incluso, por organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), quienes también respaldan las perspectivas de crecimiento del PIB para 2021, en un rango entre el 4 % y 5 % para ese año.
Esto posiciona al país como uno de los que más crecerá en 2021, pese a la pandemia, a la depresión económica, a los bloqueos de la oposición y a las resoluciones judiciales que pusieron freno al Gobierno para un mejor manejo de la emergencia sanitaria.