El Instituto de Competitividad ADEN presentó su estudio para América Latina 2017, donde ubicó a El Salvador como un país de desempeño medio en la escala 11.
La medición indica que en aspectos de cobertura de necesidades básicas, institucionales, infraestructura, educación y acceso a la tecnología están por debajo de los estándares regionales y con distancia marcada con los países líderes en dichos indicadores.
Según ADEN, la evolución que ha mostrado El Salvador, a partir de 2012, han sido de escasa magnitud en comparación con las demás naciones centroamericanas y latinoamericanas.
Este ranking tiene como objeto conocer el posicionamiento competitivo de países latinoamericanos sobre la base de diez aspectos que miden la capacidad y el clima de negocios en los territorios.
En la lista de países, Chile aparece en primer lugar, lo que lo ubica como el país con mejor clima de negocios, todo lo contrario a Venezuela que está en la última casilla.
Luego sigue Costa Rica que desde la medición de 2016 consiguió desplazar a Panamá, aunque por escaso margen.
En el ranking se puede ubicar a El Salvador con tres países más: Ecuador, República Dominicana y Paraguay. El estancamiento de El Salvador, desde 2011 lo ubica en nivel de competitividad menos aceptable, con falencias importantes.
Los economistas aclararon que este estudio se realizó antes que El Salvador obtuviera las bajas calificaciones de riesgo de crédito, y el gobierno se declarara en impago, lo que significa que incluso la calificación podría ser más negativa.