El Salvador fue uno de los países de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que no apoyaron una declaración conjunta al Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la cual se insta a que programe un calendario electoral y libere a los “presos políticos”.
“Consideramos urgente que se atienda de manera prioritaria la liberación de los presos políticos, se reconozca la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional, según la Constitución, y que se establezca un calendario electoral, que incluya las elecciones pospuestas”, reza la declaración que según publicaron agencias internacionales, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos y Uruguay.
El pasado 16 de marzo, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido de Gobierno, manifestó su más “enérgico rechazo y repudio” al informe en el cual el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que pedía “elecciones libres, justas y transparentes” con observadores internacionales.
El FMLN señaló “complicidad” de Almagro en una “intervención internacional por la extrema derecha venezolana” y la señalaba como una “estrategia que la derecha internacional ha usado con otros gobiernos de izquierda y progresistas”.
La declaración de los 14 países deja abierta la posibilidad de suspender a Venezuela si fracasa la vía diplomática para resolver su crisis democrática. Esa petición, según el FMLN, es “un ataque a la soberanía nacional de Venezuela” que, de acuerdo al comunicado emitido por el partido de izquierda, amenaza la voluntad popular.
El secretario de la OEA ha pedido suspender a Venezuela de la organización internacional como última medida de presión. Desde julio de 2016, analiza la situación de Venezuela porque considera que hay una grave alteración del orden constitucional y una crisis humanitaria inédita e innecesaria.