En los momentos más difíciles de la pandemia de COVID-19, el gobierno del Presidente Bukele implementó una estrategia ágil y centrada en la protección de la población. Desde la entrega masiva de paquetes alimentarios hasta bonos económicos y hospitales temporales, cada acción buscó salvaguardar vidas.
El proceso de vacunación fue uno de los más eficientes de la región, permitiendo inmunizar rápidamente a millones de salvadoreños. Además, se establecieron centros de atención médica de última generación y se garantizó el acceso gratuito a tratamientos y pruebas.
El enfoque humano, tecnológico y logístico con que se enfrentó la crisis sanitaria fue ampliamente reconocido por la población y se convirtió en ejemplo para otros países.
