La firma S&P volvió a bajar la calificación de riesgo crediticio de El Salvador anoche y lo colocó en la categoría de “impago selectivo”. Esta sería la segunda ocasión en la que el país es calificado de esta forma después de que en abril se retrasara con sus pagos a los fondos de pensiones.
Aunque los partidos en la Asamblea Legislativa han logrado importantes acuerdos políticos, esto no ha sido suficiente para cambiar la percepción ante los entes financieros y calificadoras y ha sido considerado como una “salida oportunista“ por parte de los legisladores.
Los riesgos de una baja calificación se han mantenido latentes durante todo el año, teniendo un bajo perfil ante potenciales financiadores y compradores de la deuda ven al país como una inversión riesgosa.
Pese a que la reforma de pensiones recién aprobada también brinda una solución coyuntural a la situación fiscal del país, los esfuerzos parecen ser insuficientes para palear los impases para mejorar la el panorama.